Decidir que mi objetivo (y nótese que no lo nombro “sueño”); era llegar a Disney, fue una decisión muy importante en mi vida.
Dejé atrás algunas dudas y me dispuse a trazar mi camino para llegar a mi objetivo y creí que lo hacía.
Fue un poco disperso mi inicio, ¿qué hacer? ¿llegar a Disney para ser qué? ¿trabajar en social media? ¿estar de marketera?
Un tiempo evité pensar en esas preguntas y solo seguí lo que creí, era mi camino.
Luego de conversar con Quinto Ausejo, ponencia de Creatividad del país; me di cuenta que mi ideal aún estaba disperso y decidí ponerle fin a esa inexactitud.
Volvamos a mi niñez, a mis inicios creativos… ¿qué hacía para divertirme? (Ya que no habían muchos niños de mi edad que vivieran cerca a mi).
Pues creaba historias, personajes que en mi mente tenían voces distintas e iban acompañándome en mis días de crecimiento.
Tanto fue así que hasta el momento no sé si mi voz es la real o una que inventé para uno de mis personajes.
Pero dejando eso a un lado, lo que siempre me movió es crear, personajes, historias, estilos de ropa, personalidades.
Y decidí que eso haré, llegaré a Disney a crear historias, quiero ser como John Lasseter, quiero que llegue un momento en el que cualquiera pueda ver mi idea plasmada en una película animada; quiero inspirar con mis personajes, quiero crear ilusiones.
Y sé que para lograr lo que quiero, la tengo difícil, pero ahí está lo lindo, lo interesante; en demostrarme que sí puedo y que luego cuando vuelva a atrás, pueda leer este post y decir: sí, si lo hice y sí se puede.
Por eso crean en ustedes, en sus valores agregados como personas, en su luz interior, y vayan por sus objetivos. Que los sueños solo aparecen cuando estamos dormidos y los objetivos son el motor por el cual seguimos luchando.
Lu.